¿Playa ó Montaña?
Desde siempre ha habido personas que preferían, y prefieren, pasar sus ratos libres en la playa o en lamontaña, ahora bien, ¿cuál es más saludable?
Cuando miras a tu alrededor y observas montes, más ó menos cerca, rasgando el horizonte te invade una sensación de seguridad enorme ya que, si miras y ves el infinito, la desolación invade tu cuerpo dejándote un vacío interior bastante grande.
Si subes a un monte sólo te embriaga una dulce sensación de intimidad y seguridad. El estar en plena naturaleza, con un silencio mecido por el suave piar de algunos pájaros y quizá el canto de algún grillo diurno, más el aire puro que llena los pulmones y recorre el cuerpo; libera el alma y el organismo del estrés, los humos nocivos y de la ciudad en general “purificándolos”. Cuando uno se da cuenta de este proceso, que apenas lleva unos segundos, le invade una apacible sensación de descanso que incita a sentarse debajo de un árbol observar la belleza del paisaje, ya sea picadero, colina, sendero ó campo.
Y si una persona consigue superar esa gran tentación y prosigue su camino, no puede evitar subir un poco más para alcanzar un sentimiento difícil de describir, relacionado con el orgullo, cuyo adjetivo más acertado sería el de superación. Y siguiendo las más frondosas sendas le picará un gusanillo invisible que, llamará a la curiosidad y al conocimiento y les tentará de de descubrir nuevos caminos para probar los frutos mas llamativos, de los árboles de gran copa y ancho tronco. Y el caminante pensara en los pobres y desdichados seres que, debido a su ignorancia, decidieron marchar a la playa y sentir en sus corazones el vacío del horizonte, la incomodidad de la arena y el ruido de la ciudad que a sus espaldas ruge e intenta avanzar a la, poco a poco, menos inexorable playa.
Debido a esto, el monte es el mejor destino que puede elegirse, si lo que uno busca son sensaciones únicas que liberen cuerpo, mente y espíritu.
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